Convocatoria para publicación de contenidos
martes, 20 de mayo de 2014
Carta de un lector
Puede ocurrir que cuando nos decidamos sea demasiado tarde.
Por Alberto Ocampo
Cordial saludo.
Quiero comenzar por felicitar
al periódico El Buitre por su loable
labor en pro de la comunidad. También quiero decir a los habitantes de La
Buitrera que llevo 8 años viviendo en este hermoso paraje. He notado que hay
personas que no se dan cuenta del valor del sitio en que viven ni de la
necesidad que tenemos de cuidarnos entre todos, siendo respetuosos con el medio
ambiente. Hay descuido con los desechos. Se saca la basura a destiempo. Se tira
al piso bolsas plásticas. Cada vez veo más escombros en las cunetas. Siento que
debo hacer algo por mi región. Propongo a los señores de la JAL que programen
acciones de limpieza, mingas de aseo, de salud para los perros, creativas, de arte,
deportivas, de pintura de muros, de música. Los elegidos de la JAL pueden y
deben jalonar actividades que promuevan sentido de pertenencia, sentido ético
por el planeta-tierra, sentido de mejoramiento académico, ya que es, a mi
parecer, lo que determina niveles de conciencia por quiénes somos, dónde
estamos, qué queremos y cómo lo lograremos. La educación nos hace reconocernos;
permite dialogar. La Buitrera se merece una muy buena biblioteca; requiere
apoyo, que se le valore, se le colabore. Mejoremos su planta física, la
dotación de libros, videos, computadores; que haya programación de
conferencias, cine, promoción de lectura; que su intención de colaborar con
este corregimiento tenga eco en los diversos estamentos del mismo. Creo que se
ha hecho actividades, pero son aisladas; realizadas por personas interesadas
que ven cómo sus esfuerzos se van desgastando por falta de organización, de
planeación. Repito: si hay JAL, que invite a los distintos estamentos y con ellos
inventen jornadas sobre lo antes mencionado; jornadas pensadas a corto, mediano
y largo plazo; preparadas por comisiones precisas y, así, tendremos movimiento
y vida en nuestra Buitrera. Podemos y debemos ser ejemplo de cultura en el
amplio sentido del término.
Este tipo de organismo (las JAL)
es lo más cercano a la comunidad, constituido por habitantes de la región,
vecinos nuestros. Nosotros somos los responsables de lo que pase con nuestro
planeta-tierra y con nuestros jóvenes, niños y viejos, que son los que han
forjado este país ¿Hace cuánto que no tenemos el buitre en su pedestal? ¿hace cuánto
que no se realiza un carnaval de la cultura, del anciano, de la ecología?
Para terminar, quiero decir que
me he dado cuenta de que hay el material humano para mejorar lo que nos
propongamos. Tenemos artistas, profesionales, artesanos, estudiantes de todos
los niveles y, sobre todo, un vividero llamado La Buitrera que reclama de
quienes lo habitan que le hagan la vida tan digna como la deseamos para
nosotros mismos. Podemos comenzar lo más pronto posible. Puede ocurrir que
cuando nos decidamos sea demasiado tarde.
Nutrir la
tierra con nuestros residuos de cocina
Alrededor de 700 toneladas de ‘residuos orgánicos’ envía
cada año La Buitrera al botadero de Yotoco.
Vivo
sola en un pequeño apartamento en La Buitrera. Trabajo la mayoría del tiempo en
casa. Cocino casi todos los días: desayuno, almuerzo y comida. De ello resultan,
como en cualquier casa, ‘residuos orgánicos’, nombre engañoso pues, en rigor,
todo residuo es orgánico: nada escapa al paso sereno y constante del tiempo. En
un día, de la preparación de alimentos produzco media libra de esos residuos,
lo que al mes representa 7,5 kilos y poco más de 90 kilos al año. Bajemos esa
cifra a 70 kilos teniendo en cuenta que no todos los días del año cocino. Supongamos
que yo viviera con más personas en mi casa, como es el caso de muchas viviendas
en La Buitrera. Supongamos que viviéramos 4 personas y que por cada persona se
produjera la misma media libra diaria que resulta de la preparación de
alimentos. Multipliquemos entonces ese volumen por 4 y nos da que mi casa
produciría 1 kilo por día, 30 kilos por mes y 365 kilos por año.
Y
podemos ir más lejos: multipliquemos el volumen de residuos orgánicos que
produce una casa habitada por 4 personas por el número de viviendas de La
Buitrera, 1.966 para el año 2011, según la Alcaldía de Cali. Ello nos da que La
Buitrera produciría 58.980 kilos por mes y 717.590 kilos por año, es decir, 717
toneladas: casi 40 buses articulados del MÍO (sin pasajeros).
¿Qué
hacemos la mayoría de habitantes de La Buitrera con los residuos orgánicos que
producimos? Casi todos nos ‘deshacemos’ de ellos enviándolos al carro
recolector de basura, cuyo dueño gana más cuanto más basura enviemos. No
olvidar que el cobro de ese servicio está incluido en la factura de energía
eléctrica. Y ¿a dónde lleva los residuos el carro recolector? Al botadero de
Yotoco, a 45 kilómetros de Cali. ¿Por qué un viaje tan largo para llevar residuos
que podemos usar para generar abono que sería bastante útil para las ácidas
tierras de La Buitrera?
¿Cómo
usar tus residuos orgánicos como abono para la tierra? Una manera es lo que se
llama compostaje, que consiste en enterrar nuestros residuos en un pedazo de
tierra destinado para tal fin. Yo lo hago. Es bastante sencillo y sirve para la
huerta de mi vecino, quien comparte lo que produce conmigo: ¡tomate, tomate cherry, fresa, fríjol, maracuyá,
zapallo, mango, zapote, guayaba, albahaca, menta, romero, flor de muerto,
pronto-alivio, coca, limoncillo, yerbabuena, cimarrón, oreganón, etc.!
¿Cómo
hacer y usar una compostera? Descúbrelo en el siguiente número de El Buitre.
Por lo pronto, te dejamos este enlace de internet para que animes a conocer
más: http://www.youtube.com/watch?v=JR7qZYtVyB8.¡tc.!!!or de erra con tus residuos de cocinados del Ms a conocer
mo en cualquier casa, residuos
El agua para construir comunidad
Hay muchas cosas que desconocemos de este bien común:
las cuencas hidrográficas de las que nos surtimos, los derechos y los deberes
que todos tenemos con relación al agua, la empresa que administra su
distribución en La Buitrera y lo que ésta hace a favor de su propio sostenimiento,
entre muchas otras cosas.
El Buitre buscará, en adelante, dedicar permanentemente un
espacio al tema del agua, lo que incluye Acuabuitrera, la empresa que presta
este servicio domiciliario en nuestro corregimiento y sobre la que, por su
carácter comunitario, todos tenemos derecho a ejercer voz y voto en sus
decisiones.
Buscaremos abarcar diversas cuestiones: ¿Cómo se
formó nuestra empresa comunitaria y cómo está hoy? ¿De dónde proviene el agua
que consumimos? ¿Cómo es tratada? ¿Cuál es el estado de conservación de los
nacimientos? ¿Cómo la minería ha afectado al Río Lili? ¿Cómo el manejo
inadecuado de residuos sólidos y líquidos afecta nuestras fuentes de agua? ¿Hasta
cuándo aguantarán esas fuentes la presión urbanizadora sobre el Corregimiento? ¿Qué
usos y abusos hacen del agua las viviendas y los negocios de La Buitrera? ¿Qué
busca resolver el tanque de almacenamiento que actualmente se construye? ¿Qué
pasa con los sectores en que hay servicio de alcantarillado? ¿Qué tan
contaminado devolvemos el agua a nuestros ríos? ¿Qué sucede con las dos plantas
de tratamiento de aguas residuales con las que cuenta La Buitrera? ¿Qué
proyectos a favor del agua adelanta Acuabuitrera, las instituciones, las empresas
y la comunidad en general?
Nuestra idea es intentar cubrir la mayor diversidad
de aspectos, acudiendo a multiplicidad de fuentes de información, desde las
oficiales hasta las aparentemente menos autorizadas, buscando ofrecer una
mirada lo más integral posible sobre el asunto. La Buitrera necesita apropiarse
del tema y adoptar una postura activa frente a los desafíos que enfrentamos y
enfrentaremos en materia de cuidado y uso racional del agua.
¿Qué Buitrera soñamos?
Luego de 3 años de ausencia, el periódico El Buitre reabre sus páginas para los
habitantes de La Buitrera, un nuevo aliento de este experimento de comunicación
comunitaria que invita a los habitantes del Corregimiento a contar sus
historias y, en general, a expresarse y a informarse sobre el acontencer de
nuestro terruño. Nuestra apuesta con El
Buitre es que sirva como estrategia para construir tejido social y, de ese
modo, pensar y actuar colectivamente.
Decimos “nuevo aliento” porque, como l@s lecto@s sabrán, El Buitre tuvo una primera etapa durante
los años de 2008 a 2011, tiempo durante el cual editamos 18 números. Esta nueva
etapa conserva el mismo propósito: generar vinculos entre l@s diferentes actores
de nuestra comunidad, asumiendo retos como la cada vez más intensa presión
urbanizadora que sufre el Corregimiento y, con ella, todos los aspectos más sensibles
de nuestro diario vivir: los servicios públicos, la conservación ambiental, el
transporte, la convivencia, la calidad de vida, etc.
Por lo anterior, también asumimos El Buitre como un espacio de denuncia en el que cualquier
integrante de nuestra comunidad ejerza el derecho a informar y a estar
informado sobre temas escenciales de nuestra territorio. Es vital preguntarnos sobre
qué Buitrera queremos, sobre qué territorio soñamos para nosostros y para
nuestros hij@s y niet@s, sobre nuestro compromiso en pro del bien colectivo…
El reciente bloqueo de la vía principal por parte de los
trasnportadores informales y por parte de la comunidad es un buen ejemplo del
momento especial que vive La Buitrera. El MÍO busca, desde su puesta en
funcionamiento en el Corregimiento, monopolizar la prestación del servicio de
transporte y, sin embargo (o tal vez ¡justamente por ello!), no hace más que
empobrecerlo: la frecuencia de buses es cada vez menor y la vía principal está
cada vez más deteriorada. ¡Sino fuera por El Patas…!
Como otros temas de igual importancia, el transporte revela
la necesidad de pensarnos juntos, de reflexionar acerca de nuestro presente y
de planear nuestro futuro como comunidad. Es por ello que con este primer
número de la nueva etapa de El Buitre
queremos muy especialmente invitarles a participar durante el año 2014 en la creación
de los contenidos de nuestra versión impresa (bimensual) y digital (permanente).
Como habrán visto, durante los 2 primeros meses del año hemos
implementado una estrategia de convocatoria amplia: perifoneo, afiches en los
principales puntos comerciales, volantes, pendón, redes sociales virtuales,
etc. Nuestro propósito con ella es invitarles a que publiquen en el Buitre sus
artículos, fotografías, caricaturas, dibujos, videos, audios, etc.
Envía tus aportes al correo-e periodicoelbuitre@gmail.com
o déjalos en los buzones de El Buitre
que prontamente instalaremos en algunos de los principales puntos comerciales
del Corregimiento. Para unirte a El Buitre en internet, visita https://www.facebook.com/periodicoelbuitre.labuitrera
y http://periodicoelbuitre.blogspot.com/.
Abuelo no quiero ser, muchachitxs
Contrólate, muchach@, que esta vida es pa´ ti
Por Óscar Gutiérrez
Contrólate, muchach@, que esta vida es pa´ ti
Por Óscar Gutiérrez
Periódico El Buitre
“La primera vez no pasa nada”; “cómase un cholao´ después que el frio no
lo deja cuajar”; “el zumo de limón todo lo puede”; y “salte bastante para que
le salga todo y verá que no hay problema” son algunas de las expresiones con
las que los jóvenes se auto-educan en materia de sexualidad y prevención del
embarazo. Es quizá por ello que Cali es la tercera ciudad del país con mayor
número de embarazos juveniles y nuestro corregimiento no es ajeno al tema.
Sebastián, de 23 años de edad, reconoce que “algunos jóvenes nos tomamos
muy a la ligera lo del embarazo y por ello acabamos teniendo hijos no deseados.
Mi novia y yo tuvimos que dejar los estudios cuando ella cursaba 9º grado y yo
a punto de terminar el bachillerato. No fue un asunto fácil tener que dejar el
estudio para ponerme a trabajar. El salario nunca alcanzaba (¡tampoco hoy en
día!) para los gastos de la casa y es muy duro asumir la crianza de un hijo
cuando uno apenas comienza a disfrutar de la juventud. En mi caso, no quise
dejar a mi novia tirada con el niño, como muchos hacen. Me puse como meta criar
lo mejor posible a mi hijo y posponer mis estudios unos años mientras nos
acomodábamos. Tenía el proyecto de hacerme músico o diseñador y ella quería ser
odontóloga o ingeniera ambiental. Lamentablemente eso nunca pasó. El niño iba
creciendo y con él los gastos en educación, ropa, comida, arriendo… ¡Ufff! ¡Tantas
cosas que toca pagar! En fin: no hemos podido retomar los estudios y, obvio,
tampoco a aspirar a mejores condiciones laborales”.
Una situación similar vivió Catalina, quién a los 17 años de edad quedó
en embarazo y, lo que es más difícil, no contó con el apoyo de su exnovio, Daniel,
quién la abandonó y, según ella cuenta, ahora tiene una nueva y joven novia en
iguales condiciones. Catalina no solo dejó sus estudios, sino que no pudo criar
a su hija porque desde entonces trabaja como vendedora desde su hija cumplió 3
meses de edad. La madre de Catalina también es madre soltera y desde hace 3
años sufre de una extraña enfermedad que le impide hacerse cargo de su hogar,
por lo que Catalina debe mantenerla.
Según la Personería Municipal, cada año más de 300 chicas menores de
edad dan a luz en la ciudad de Cali, cifra bastante preocupante de tener en
cuenta que los embarazos en adolescentes son considerados de alto riesgo. Además,
según la Unicef, el embarazo juvenil aumenta las probabilidades de pobreza
extrema. Por ello es necesario derrumbar los viejos mitos sobre cómo evitar el
embarazo, contar con educación sexual de calidad y acceso a métodos
anticonceptivos. En este sentido, organizaciones civiles como Sí Mujer, Profamilia
y Cermujer, todas con sede en Cali, apoyan a jóvenes en la prevención del
embarazo precoz.
El embarazo no es juego de niñ@s. Es un problema de salud, educación y
mejores condiciones de vida. Por eso, ABUELO
NO QUIERO SER, TODAVIA…
Para mayor información, visita:
http://www.cali.gov.co/publico2/gobierno/simm/cermujer.htm
http://fundacionsimujer.org/wp/
http://profamilia.com/
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